Al principio... Cuando ni te reconocí... (ja)... cuando ni te quería cerca por que me asustabas.
Se podría decir que fue un comienzo con tormentas, maremotos, etc... como todo un "Ragnarok"... con una autoestima atropelladora. Sin importar lo feo que fue el inicio... me contaste lo que habías vivido de una forma algo rara... y aunque no recordaras mucho. Me entere de cosas que no sabia... te comprendí, te cogí cariño...
Recuerdo con felicidad y tristeza lo del poste. Una luz que me guiaba, me regañaba, me enseñaba... Pero aunque esa luz fuera exigente, supe con el tiempo que era por mi bien y aprendí. Tu forma de regañar y enseñar, parecían las de una madre... dura pero flexible al tiempo.. no me negaste nunca un abrazo o un cariño cuando mas lo necesite...
por todo esto y mas.... gracias.
Eres uno de los mas grandes y maravillosos regalos que me han dado...
Espero que realmente en aquel oscuro lugar estés bien... ya que te extraño mucho amiga mía... y jamas te olvidare.